Los apegados a la exactitud recordarán que aún tiene 59, pero apenas faltan unos días para ese 3 de junio en que Huirapuca cumplirá oficialmente 60 años de existencia. Y lo cierto es que las circunstancias justifican el festejo por adelantado. La fecha libre de rugby regional permite que en la lista de invitados figure uno de lujo: el seleccionado tucumano, que tantos hombres del sur supo tener entre sus formaciones más memorables. Además, al frente de ese equipo "naranja" está un hombre de la casa, Alejandro Molinuevo.
Cuenta la historia que Huayrapuca ("viento rojo", en quechua) nació como un club de básquet y atletismo en 1953, en una reunión en el primer piso del mercado municipal, y que sus colores provienen de un aparato oftalmológico que tenía el recordado doctor Horacio Rearte, uno de sus fundadores, en su consultorio. También cuenta que el rugby llegó recién en 1975, y que Huirapuca tuvo varias sedes antes de recalar definitivamente en el Parque de la Joven Argentina. Una de ellas fue el Aero Club, donde hace muchos años hubo que sacar de urgencia las haches para permitir un aterrizaje.
Alguna vez fue la cenicienta, que "se comía de a 100 puntos", pero hoy es algo muy diferente. Es un equipo respetado, en cuya cancha cayeron varios gigantes. Es una vitrina en la que lucen tres Anuales Regionales, entre muchos otros trofeos. Es una larga historia de cracks, Pumas, amigos y anécdotas. Pero más que todo eso, Huirapuca es hoy el faro que guía al rugby del interior tucumano.
"Prácticamente en todos los clubes de Desarrollo hay una persona formada en nuestro", afirma el actual presidente, Ramiro Beti, quien acepta y respalda la función referencial que hoy cumple Huirapuca respecto de los clubes más jóvenes, que son lo que los "gauchos" alguna vez fueron.
"Creo que ellos se fijan mucho en nosotros. Este club empezó bien desde abajo y también tuvo épocas difíciles, institucional como deportivamente. De hecho, una vez el equipo llegó en camión cinco minutos antes del partido porque no había colectivos. Pero siempre iba a jugar. Creo ese sacrificio es la clave del éxito", enfatiza Beti, y propone a "Huira" como canal de apoyo para el rugby del interior tucumano. "Se lo debe aprovechar más, porque estratégicamente puede servir mucho".
Hoy festeja su 60 años Huirapuca, el viento rojo del sur que erosionó las piedras del camino a fuerza de nunca dejar de soplar.